Crear tus menús en una hoja de Excel o papel es fácil, llevarlos a cabo en un entorno donde tenemos días malos, situaciones cambiantes y compromisos sociales no tanto.
– Crea 3-4 opciones de menú a la semana con la comida que más te guste y las calorías que necesitas, tener 1 sola opción terminará por ser aburrido, tener 7 puede ser un caos, un término medio es la clave.
– Dedica 10´ una vez a la semana a crear tu lista de la compra para saber qué necesitas comer esa semana, de ese modo nunca terminarás pidiendo pizza para cenar porque «no tenías el aguacate de la ensalada».
– Si puedes, prepara tu comida con antelación para que no te pille el toro, si llegas a tu casa cansado/a tras una dura jornada de trabajo es probable que no tengas ganas de cocinar.
– Ten siempre una comida de rescate para esos días donde todo se complica, en mi caso suele ser una ensalada con huevo cocido, garbanzos y una lata de atún que, el único trabajo que me da, es el de cocer el huevo.
– Aunque comas fuera de casa, puedes hacer buenas elecciones. Incluso el restaurante más cutre de la ciudad tiene un plato de verduras con proteína, no tienes que comer esto siempre que salgas, simplemente asegúrate de que cada comida fuera no sea una fiesta de fin de curso.
– Ajusta tus calorías al finalizar cada mes de entrenamiento y no pases nunca más de 3 meses sin descanso en fase de pérdida de peso. Nuestro cuerpo va cambiando y con ello debe cambiar la nutrición que llevamos a cabo.
– Por último, si con todos estos consejos no terminas de verte capaz de crear tu nutrición por cuenta propia, tenemos servicio de nutricionista en el equipo, escríbenos y te informaremos de todo.